La quiropodia es un tratamiento podológico que se realiza para eliminar durezas y callosidades, ademán de alteraciones en las uñas de los pies (onicogrifosis, onicocriptosis, onicomicosis)) con la finalidad de evitar que estas lesiones que en principio son leves, se agraven si no son tratadas a tiempo.
Además, en Clínica Podológica San Antonio se realizará una exploración exhaustiva de los pies para detectar otras posibles enfermedades como papilomas y hongos.
Que solemos encontrarnos son la piel dura con color amarillento (por el cúmulo de queratina), sin bordes definidos, sequedad, textura dura y áspera, no suelen ser dolorosos pero si molestos (si son dolorosos es porque ya ha pasado a ser heloma).
Suele estar relacionada con diversos factores: calzado (hormas estrechas), el no utilizar calcetines o utilizarlos de forma inadecuada, por deformidades del pie ( dedos en garra, martillo, juanetes…) mayor riesgo de aparición de dichas lesiones, por deshidratación (sobre todo en el talón).
Para encontrar solución al problema lo más adecuado es visitar a un podólogo quién hará un buen diagnóstico y conseguirá elegir el mejor tratamiento para dicho problema. Además, deberá al paciente todo lo que puede hacer desde su domicilio para mejorar el tratamiento de dichas lesiones como es una buena hidratación, la elección de un calzado adecuado para su tipo de pie o el uso de cremas/limas .
El tratamiento de dichas lesiones está basado en diferenciar el problema que encontramos en tu pie que desemboca en este tipo de lesión.
Por lo que es muy importante la valoración podológica para decidir qué tratamiento es el adecuado para dar solución a tu problema.
Tratamiento que deslamina la piel engrosada (durezas y callosidades) y así eliminar las células muertas de la zona afectada.
Las durezas o callosidades aparecen normalmente por la presión o roce continuada sobre una zona concreta desplazando a las capas superficiales de la piel.
Dicho engrosamiento suele resultar molesto y doloroso, sobre todo cuando se forman los helomas, más conocidos como clavos u ojos de gallo.
Las localizaciones más frecuentes de dichas lesiones son los talones, cabezas metatarsales y dorso de los dedos.
Es un aumento excesivo del grosor de la lámina ungueal. Tiene una mayor incidencia en el primer dedo del pie, aunque también dependerá del patrón digital que tengamos, ya que la onicogrifosis está generada por un aumento de roce, presión… por traumatismos en la matriz ungueal por calzado inadecuado, por alteración del riego vascular,
El tratamiento de dichas uñas no es definitivo, únicamente podemos ofrecer a nuestro paciente revisiones periódicas para realizarle un fresado para rebajar el grosor de la uña y realizar un corte adecuado.
En casos extremos, y que exista dolor continuo se ofrecerá la posibilidad de extirpar placa ungueal con el legrado definitivo de la matriz.
Es la penetración de la placa ungueal en el lateral del dedo, produciendo dolor, inflamación y enrojecimiento del dedo, si no se trata en este momento pasaría a producirse una infección piógena secundaria.
Los factores que favorecen la uña encarnada son:
El tratamiento inmediato será reducir el dolor, la inflamación y la infección si ésta existiera. se procederá a eliminar la espícula que está produciendo la clínica, y dependiendo del estado se tratará con antibiótico tópico u oral y una higiene adecuada de la zona.
Si el paciente sufre episodios de repetición de este tipo se le ofrecerá una solución definitiva mediante técnicas quirúrgicas, dependiendo del tipo de uña y morfología del dedo se elegirá la técnica más adecuada.
Los helomas es una hiperqueratosis localizada y crece hacia las capas más profundas del pie, a diferencia de las durezas que son más superficiales. Su forma es redondeada, bien definida, y dolorosas según su localización y profundidad dependerá la intensidad de dolor.
Según la zona de aparición así hacemos su clasificación:
Las principales manifestaciones clínicas son estas:
La aparición de estas lesiones suelen estar relacionadas con la forma de pisar, ya que una pisada incorrecta dará lugar a la aparición de durezas y con el tiempo si no corregimos esta pisada aparecerán los helomas por un continuo aumento de presión en una zona determinada del pie. Deformidades digitales, también causantes de dichas lesiones. O el uso de calzados con hormas estrechas y tacones altos, son también causantes de dichas lesiones.
El tratamiento de dichas lesiones seria mediante quiropodia, con la deslaminación de la hiperqueratosis de la callosidad llegando a las capas más profundas para así asegurarnos de que la lesión se queda perfectamente tratada.
Con un estudio biomecánico, detectando los puntos de máxima presión y ofreciendo a nuestro paciente una solución mediante una ortesis plantar para que haga una correcta pisada y evitemos de esta manera la desaparición de este tipo de lesiones.
Y si nuestros tratamientos conservadores fracasan se ofrecerá al paciente la cirugía como última opción.
Son lesiones en las que es de vital importancia hacer un buen diagnóstico ya que normalmente son confundidas con helomas siendo un diagnóstico erróneo y que si no son precozmente diagnosticadas su tratamiento se retrasa pudiendo empeorar todo el proceso y sobre todo alargándose en el tiempo.
Están producidas por el virus del papiloma humano VPH. Pero al tratarse del pie el nombre que se le asigna es el de verruga plantar.
Su forma es parecida a una coliflor, en la cual aparecen generalmente unos puntitos oscuros los cuales corresponden con la vascularización del virus y cuando se procede a su deslaminización producimos un sangrado. El tamaño dependerá del tiempo que transcurra hasta su diagnóstico y de esto dependerá que afecte a la epidermis o también a la dermis. Normalmente el dolor suele producirse al pellizcar la lesión y no a la presión pero si la lesión está recubierta por una capa gruesa de queratina también molesta a la presión.
Su incubación oscila entre 1 y 6 meses aproximadamente, el factor humedad, el calor, un sistema inmunológico débil o la falta de higiene son factores que potencian la acción de dicho virus. Las causas más comunes de aparición son: niños entre 12-16 años (existen excepciones en población más infantil y adulta); por contagio del virus; alteraciones en la piel de los pies (grietas, heridas…) y uso de duchas públicas en centros deportivas, piscinas…
Existen tratamientos desde los más conservadores como ácidos, vesicantes, hasta los más actuales mediante láser y cirugía en lesiones que no responden a los anteriormente citados. Para encontrar solución al problema lo más adecuado es visitar a un podólogo quién hará un buen diagnóstico y conseguirá elegir el mejor tratamiento para dicho problema
La diabetes mellitus es una patología que afecta al sistema nervioso y circulación sanguínea disminuyendo la sensibilidad sobre todo de zonas distales del cuerpo, en este caso los pies del paciente portador de dicha enfermedad, produciendo así un mayor riesgo de padecer cualquier herida y ésta a su vez se complique debido al retraso en la cicatrización que sufren dichos pacientes. Dichas heridas pueden evolucionar a úlceras y éstas no ser capaces de solucionarse y tengan que acabar en amputación del miembro afecto.
La prevención y la vigilancia es lo más importante en estos pacientes, para evitar que aparezcan complicaciones.
Educar al paciente en el cuidado de sus pies va a ser tarea del podólogo, dicha educación irá encaminada en explicarle cómo debe hacer en su domicilio para tener un cuidado escrupuloso y evitar complicaciones… y concienciarle de las visitas a consulta con la periodicidad que el especialista considere.
En el cuidado del pie diabético, realizamos una valoración con diferentes pruebas diagnósticas y un seguimiento exhaustivo del paciente para tener siempre la enfermedad controlada.
Hay muchas causas por las que podemos ver afectadas nuestras uñas o la piel de nuestros pies, generalmente la causa estará relacionada con los hongos, uñas (onicomicosis) y en piel (pie de atleta, eritrasma…)
En Clínica Podológica San Antonio vamos a encontrar la causa que produce ese problema e intentaremos resolver con los tratamientos adecuados dicha patología.
Nos aporta la información necesaria para conocer los puntos de máxima presión de nuestra pisada, mediante una exploración manual y con la ayuda también de la plataforma de presiones computerizada. Se valorará la necesidad de diseñar órtesis funcionales (plantillas) y así poder repartir las presiones y evitar la aparición de dichas lesiones.
Todo va a depender de la forma que tenga la placa ungueal, pero lo más correcto es mantener una uña con un corte recto y si las esquinas molestan lo ideal es que un profesional os enseñe cómo debéis hacer para no producir una uña encarnada
No todas las uñas que estén con alteración del color tienen micosis, lo ideal es coger cultivo y analizar para que en caso positivo de onicomicosis poner el tratamiento adecuado, no asociar nunca color amarillento de placa ungueal con onicomicosis….
Eso es debido por no tener un correcto secado interdigital, pudiendo aparecer micosis interdigital, para ello hay que realizar un correcto secado y si es algo muy localizado con tratamiento durante unas semanas con antiséptico sería suficiente, si no cesa entonces habría que ver si es alguna otra alteración de la dermis.
Con un estudio biomecánico podemos ver si tienes alguna alteración de tu pisada que es lo que te está provocando esas molestias a las que haces referencia.
A veces el heloma y el papiloma es confundido incluso en las consultas de atención primaria, tratando de forma incorrecta la lesión ya que dependiendo de lo que sea lo tratamos de una forma u otra. lo más importante es hacer un buen diagnóstico para hacer un correcto tratamiento.
Antes de poneros un callicida tenéis que pasar por la consulta de un profesional del pie ya que estos parches llevan ácido salicílico quemando la dermis y produciendo en muchos casos quemaduras de la piel. Esto puede ser muy peligroso si nuestros pacientes son de edades avanzadas o diabéticos. El uso de callicidas empeoran siempre la lesión.